#SOMOSJEFAS
HACÉ FOCO EN LOS BENEFICIOS QUE TRAERÁ EL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN.
Los líderes de las empresas a las que acompañamos en sus procesos de cambio suelen estar bien informados sobre el rumbo que está tomando el negocio y comprenden la necesidad de transformarse para adaptarse mejor a lo que ya está ocurriendo y a lo que prevén que vendrá. Concuerdan en que es imperativo desarrollar nuevas competencias, conductas y formas de relacionarse para fluir con el ritmo de los cambios en el entorno, volverse más ágiles y alcanzar mejores resultados. Tienen el deseo y la convicción de hacer su parte para contribuir a la mejora de la empresa y avanzar en su propia carrera. No es poco.
Sin embargo, muchas veces no alcanza con el deseo, la motivación y la buena voluntad.
Un proceso de transformación es una curva de aprendizaje. La conciencia de la necesidad del cambio y el deseo de llevarlo a cabo son solo el primer paso de una larga escalera de peldaños desparejos y resbaladizos. Son muchos los obstáculos y las fuerzas que nos tiran para atrás. Paradójicamente, aunque sepamos que el estado actual es disfuncional y elijamos cambiar, el mayor impedimento es nuestra propia resistencia al cambio. Dada nuestra primitiva naturaleza animal, los seres humanos tendemos a evadir el dolor, el esfuerzo y lo desconocido y a buscar el placer, la comodidad y la seguridad. Todo proceso de aprendizaje inicialmente representa una incomodidad y se vive como una amenaza y un esfuerzo.
Sumemos a esta resistencia instintiva el hecho de que ningún cambio se produce en el vacío. La transformación ocurre en el mismo campo de juego de lo cotidiano. Mientras se cambia, día a día hay que seguir produciendo y generando resultados. Las nuevas formas de interacción, ideas y procesos conviven con las formas acostumbradas. La rutina muchas veces les quita la atención a las emergencias y relega a un segundo plano los propósitos de cambio.
Los procesos de transformación son lentos, laboriosos y costosos en lo emocional. Es muy fácil ceder a la tentación y tirar la toalla. Aunque seamos conscientes de que hoy ya no son funcionales, sin darnos cuenta volvemos a caer en prácticas profundamente arraigadas que alguna vez, en otros contextos, fueron exitosas. Para superar la resistencia, tenemos que tomar el control de nuestro propio foco y mantenerlo orientado hacia los beneficios que traerá el cambio. Al contemplar el presente desde la distancia del futuro deseado, el esfuerzo y la incomodidad que hoy padecemos cobran sentido y se perciben como escollos asequibles y necesarios en el camino hacia lo que soñamos.
Llevalo a la práctica
Liderá tu cambio y el de tu entorno, haciéndote las siguientes preguntas:
◗◗ ¿A dónde quiero ir?
◗◗ ¿Cuáles son los beneficios que voy a obtener a cambio de mi esfuerzo?
◗◗ Lo que estoy haciendo hoy, ¿me impulsa en esa dirección? Trabajá, entonces, para sostener la autonomía lograda.