Hola, Andrea
Este año cumplo 25. Me había imaginado que, a esta altura, ya me habría recibido de ingeniero y sería líder de algún equipo.
Lo cierto es que, de los tres finales que debo, pude dar uno solo, y a los ponchazos terminé de cursar una de las cuatro materias que me faltan para graduarme, porque tuve que ir dejando las otras tres en el camino.
En cuanto al trabajo, me apasiona lo que hago, pero sigo estancado en el mismo puesto desde hace casi dos años.
Con mis amigos empezamos a entrenar en marzo para correr la carrera del cruce de los Andes en diciembre.
Entre los viajes de trabajo y los estudios se me hizo cada vez más difícil mantener el ritmo, y al final abandoné. Ellos ahora están en Pucón, preparándose para la largada, y yo sigo acá, con tres kilos de más y laburando mil horas por día. ¡Qué bronca!